La Naturaleza tiene un lenguaje y unas técnicas muy distintas de comunicarse al humano: los arboles usan las raices como red para estar en contacto en ellos y enviar mensajes; las hormigas extraer información de las moléculas ambientales que capturan con sus antenas. Sin embargo, hay fenómenos naturales que pueden ayudar al humano a entender mejor su entorno como el viento, el agua o la erosión cuando actúan sobre seres inertes. Bien para desgranar científicamente la historia de la Tierra o como pasaporte a la libre y personal interpretación de formas de un lenguaje más humano.

Un trabajo de conceptual que contempla la observación de la Naturaleza para inspirar nuevas tipografías más orgáncias, que integre el espacio tecnológico de las pantallas con una gráfica más cercana a ese otro espacio natural, primitivo, algo ya lejano de las urbes,